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La guerra en Ucrania: una lucha también por el entorno construido

Cuando el Ejército alemán finalmente rompió en Ucrania central en ❤️ septiembre de 1941, publicando edictos en Kyiv para anunciar una nueva autoridad ocupante, solo tuvieron unos días de calma. Menos ❤️ de una semana después del inicio de la ocupación, estalló una explosión en una tienda de juguetes en la calle ❤️ Khreshchatyk - la bulvario más grandioso de Kyiv, la equivalente de la Quinta Avenida o los Campos Elíseos. Pronto se ❤️ derrumbaron el ayuntamiento y la sede del Partido Comunista. Los incendios se extendieron desde la Khreshchatyk a las viejas casas ❤️ y bloques de apartamentos del centro de la ciudad: los soviéticos estaban dinamitando Kyiv, reduciendo su propia ciudad a escombros ❤️ ingobernables, en una ferocidad de reacción que sería conmemorada de manera muy diferente en Rusia y en Ucrania.

Pasee hoy por ❤️ el centro de Kyiv, por la Khreshchatyk, junto a la gran plaza de la Independencia y la lujosa tienda Tsum, ❤️ y podrá leer la historia de la posguerra y la posindependencia de Ucrania en la arquitectura subsiguiente.

El mármol de los ❤️ rascacielos stalinistas, el hormigón de los bloques de viviendas económicas de Khrushchev, el cristal y el cromo de las nuevas ❤️ torres de los oligarcas: dentro de cada uno de estos materiales hay un registro de destrucción y reconstrucción, de guerras ❤️ pasadas y, ahora, de una presente. En el tercer año de esta guerra épica -que ha destruido alrededor de 210.000 ❤️ edificios, según una reciente investigación del New York Times- las fuerzas rusas continúan atacando habitaciones civiles en contravención del derecho ❤️ internacional. Cuando la ciudad es un campo de batalla, la arquitectura se convierte en un acto de defensa y desafío.